Antropología. Revista Interdisciplinaria del INAH, no. 8
Publicación, noviembre 2021
Dossier: Nuevas miradas sobre la Conquista española

Divina protección: adarga y escudos emplumados del siglo XVI en México y Europa
María Olvido Moreno Guzmán
Laura Filloy Nadal





En la Conquista de México se confrontaron dos tradiciones militares con armas diferentes que llegaron a tener un punto común: “la protección divina”. En este trabajo discutimos un par de objetos que se engalanaron con complejos programas iconográficos: el chimalli mexica del Cánido emplumado y una adarga que se hizo para Felipe II por plumajeros en la Nueva España. Se trata “objetos votivos”, pues ninguno fue concebido para ser usado como arma defensiva en la guerra. Paradójicamente, la utilidad de ambas divisas emplumadas es aún mayor. Nos encontramos frente a piezas que, si bien en su formato físico corresponden a escudos, por su iconografía y materialidad pertenecen a otro ámbito, al de la protección divina. Chimalli y adarga, sin importar la religión que les dio origen, contienen la esencia de la divinidad y están cargados de mensajes profundos de amparo, defensa, poder y victoria. Lo que posiblemente en su momento no entendieron los patrocinadores de la pieza de origen morisco, es que también contenía la protección divina que emigraba a un mundo global. La adarga emplumada en la Nueva España fue un regalo que protegería a Felipe II gracias a las plumas iridiscentes que cubrían su superficie. Recordemos que, en el pensamiento mesoamericano, los materiales iridiscentes estaban cargados de “tonalli” o esencia vital y por tanto se consideraban materias preciosas animadas.